Se considerará una falla o defecto en los siguientes casos:
• Productos sujetos a normas de seguridad o calidad de cumplimiento obligatorio que no cumplan con las especificaciones.
• Si los materiales, partes, piezas, elementos, sustancias o ingredientes que conforman el producto no coinciden con las especificaciones indicadas o menciones en el etiquetado.
• Productos que, debido a deficiencias de fabricación, elaboración, materiales, partes, piezas, elementos, sustancias, ingredientes, estructura, calidad o condiciones sanitarias, no sean aptos para el uso o consumo al que están destinados o al que el proveedor haya indicado en su publicidad.
• Si el proveedor y el consumidor han acordado que el producto debe cumplir con ciertas especificaciones y esto no se ha cumplido.
• Si, después de haber realizado una reparación en virtud de la garantía, persisten las deficiencias que hacen que el producto no sea apto para su uso o consumo según lo establecido en el punto 3. Este derecho continuará vigente en caso de que se presente una deficiencia relacionada con la misma causa.
• Si el producto tiene vicios ocultos que impiden su uso habitual.